Publiqué hace un tiempo, en este mismo blog, una entrada dedicada a algunas obras de arte que han plasmado pictóricamente el beso. Tuvo bastante aceptación. De hecho aparece como la entrada más visitada, dentro del ranking de las diez más populares.
En vista de ello, reitero mi interés por el beso, ese gesto tan inequívocamente humano que implica confianza e intimidad y, también, desde luego, en mucha ocasiones, deseo o pasión.
Hay, ciertamente, usos indebidos del mismo: Judás sentó un nefasto precedente y creó escuela para traidores y falsos pero, aunque merezca atención futura su tratamiento artístico, ahora quisiera centrarme en el beso pasional y, concretamente, en su expresión cinematográfica, ya que gracias a los besos de cine muchos hemos aprendido -al igual que ET- lo que significa besar e incluso, si nos ponemos didácticos, a como hacerlo (mal que bien).
Además, debido a confinamientos y distancias inesperadas por causas microscópicas pero mortales, los besos han adquirido para muchos carácter de símbolo casi sacramental, cuya ausencia se nota mucho mas de lo que uno imaginaria, aunque el cine siempre paliará tal carencia alimentando, al menos, nuestra imaginación.
John Wayne y Maureen O´Hara, superan barreras y costumbres sociales en El hombre tranquilo.
Deborah Kerr y Burt Lancaster, se besan entre agua y arena, en De aquí a la eternidad.
Clark Gable y Vivien Leigh sellan complicidades en "Lo que el viento se llevó"
Marilyn Monroe y Toni Curtis, se muestran amor en "Con faldas y a lo loco"·
https://ociointeligenteparavivirmejor.blogspot.com/2014/07/momentos-de-cine-35-marilyn-monroe-i.html
Los romanos también besaban. Cleopatra y Marco Antonio en "Cleopatra"
Los duros tampoco le ponen reparo a besar. Humprey Bogart le muestra su afecto a Ingrig Bergman en "Casablanca".
Claro que el inmortal Bogart, era mucho Bogart.
Aquí mostrando sus habilidades a Lauren Bacall y en la foto de más abajo a Audrey Hepburn.
Audrey Hepburn y George Peppard en Desayuno con diamantes.
Gregory Peck y Jennifer Jones demostraron en Duelo al sol que hay besos que matan.
Y puestos a morir nada como las intensidades de Romeo y Julieta, sea cual sea la versión.
Las circunstancias excepcionales también mueven al acercamiento.
La guerra, la posibilidad de la muerte especialmente, parece facilitar el beso.
O, ya de estar cerca de la muerte, besarla directamente, algo que no dudarían muchas (o muchos) si tuviese el traje de Brad Pitt.
-Continuará-
o besar a un muerto (sin ánimo necrológico)
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.
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