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lunes, 10 de agosto de 2020

143. Stanley Spencer (1891-1959)

Stanley Spencer fue un pintor inglés, nacido en Cookham (Berkshire), el 30 de junio de 1891.
Pintor figurativo, en su estilo se pueden observar -entre otras- influencias pre-renacentistas y prerrafaelitas, aunque -obviamente- adaptadas a la modernidad.
Su obra ha sido reconocida como una de las más originales de la pintura británica del siglo XX.
Su padre, profesor de música y organista, le inculcó un profundo amor por el arte y la literatura, así como por la religión, factor éste que resultó capital en el desarrollo posterior de su obra.
Estudió inicialmente en el Maidenhead Technical Institute y más tarde, en Londres, estudiaría arte en la Slade School, entre 1908 y 1912, recibiendo allí varias distinciones por su labor.
Al finalizar sus estudios expuso por primera vez algunas obras en la exposición postimpresionista de Roger Fry que se celebró en 1912.
La Primera Guerra Mundial interrumpió su carrera artística. 
Llamado a filas, sirvió en el Ejército entre 1915 y 1918, primero como enfermero y luego en el frente de Macedonia. Allí enfermó de Malaria.
Casi al final de la guerra, fue nombrado artista oficial de guerra, experiencia que repetiría posteriormente en la Segunda Guerra Mundial (algunos de sus lienzos de esa época se conservan en el Museo Imperial de la Guerra).
Terminada la guerra y reincorporado a la vida civil, regresó a su pueblo natal, Cookham. Poco después  se casaría con la también artista Hilda Carline y se establecieron en Hampstead.
En 1927 expuso por primera vez en solitario en la Galería Goupil de Londres.
Ese mismo año participó en la Bienal de Venecia y recibió una mención especial en el Instituto Carnegie, en Pittbursh
Molesto porque rechazaron dos obras suyas, dimitió de la Royal Academy en 1935 y tardaría quince años en volver a la institución.
Se divorció de Hilda en 1937, para casarse con su amante, Patricia Preece, después de haber convivido durante un tiempo con ambas.
Tanto Hilda como Patricia aparecen con bastante asiduidad en sus obras.

En 1924, Spencer pintó Resurrección: Cookham (1924-26, Tate Galery, Londres), una de sus obras más reconocidas y valoradas por la critica, que consideró que el pintor había realizado una magistral síntesis de la armonía prerrafaelita y la experimentación cubista.
Entre 1927 y 1932, el pintor se dedicó a realizar una serie de murales al óleo para la Capilla Memorial Sandham, en Burghclere (Hampshire). Aunque la capilla se levantó en honor de un soldado muerto en la PGM, Spencer prefirió no centrarse en asuntos bélicos si no que prefirió centrarse en la vida de Henry Sandham. 
Los años treinta, muy turbulentos en su vida personal, supusieron un cierto distanciamiento entre el artista y su público.
Su obra adquirió una mayor independencia creativa y abordó sin cortapisas un tema que siempre delicado y que suele causar sarpullidos entre los biempensantes: la libertad sexual.


La parte de su obra dedicada a su vida con Hilda Carline resulta, en principio, más amable y aceptable al observador convencional, abandonando las perspectivas inestables de los años treinta y cuarenta (aunque abandonando también el poderío físico y visual que se destilaba en ese periodo).
Entre 1945 y 1950 trabajó intensamente en su obra "La resurrección del puerto de Glasgow"
Visitó China como miembro de una delegación cultural en 1954.
En 1958, la Universidad de Southampton le otorgó un doctorado Honoris Causa en Letras y poco después recibiría el título de Caballero de la Corona Británica.
Murió en 1959, en Cliveden.
Aunque una buena parte de sus obras se encuentran en manos privadas, se puede disfrutar de algunas de ellas en la Tate Galley.