Fueron muchos los pintores franceses del momento -finales del XIX, principios del XX- que se empeñaron en reflejar la placidez de la vida burguesa. Lebasque consiguió mostrarnos como se relajaban y como disfrutaban las clases adineradas otorgando a sus lienzos la afabilidad de lo cotidiano, lejos de pretensiones reflexivas o cuestionadoras del status quo (de eso ya se encargaban -y bien- los maestros de las vanguardias que empezaban a enseñorearse del territorio artístico europeo).
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden
al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y
una contribución a la difusión de obras dignas de
reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a
sus legítimos propietarios.
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