Edward Burne-Jones fue un pintor inglés prerrafaelita que se inspiró para sus obras
-frecuentemente- en temas mitológicos y en leyendas más o menos históricas.
Empezó a estudiar teología en la Universidad de Oxford gracias a la obtención de una beca, pero el interés por esos temas decayó cuando conoció allí a William Morris y éste le entusiasmó con sus ideas y proyectos hasta tal punto que le decidieron a abandonar definitivamente sus estudios y encaminarse hacia el arte.
En 1855 entró en el taller de Rossetti y se vinculó, junto con Morris y Hunt a la Hermandad Prerrafaelita aunque diversos viajes a Italia para estudiar a los pintores renacentistas con John Ruskin y otros amantes del arte dejaron en su estilo una particular impronta, sobre todo en lienzos como El espejo de Venus o La escalera de oro.
En cualquier caso la producción de Burne-Jones fue realmente de muy amplio espectro ya que sus diversos intereses artísticos le hicieron investigar más allá de la pintura y abordó las diversas posibilidades que ofrecía el mundo artesanal, creando obras en terrenos muy diferentes: alfombras, tapices, azulejos, papeles pintados, muebles, diseños de vestuario, etc.
Destacó su labor como vidriero con obras de gran calidad como las realizadas para el colegio San Andrés en Bradfield y otras que realizó posteriormente con sus gran amigo William Morris.
-frecuentemente- en temas mitológicos y en leyendas más o menos históricas.
Empezó a estudiar teología en la Universidad de Oxford gracias a la obtención de una beca, pero el interés por esos temas decayó cuando conoció allí a William Morris y éste le entusiasmó con sus ideas y proyectos hasta tal punto que le decidieron a abandonar definitivamente sus estudios y encaminarse hacia el arte.
En 1855 entró en el taller de Rossetti y se vinculó, junto con Morris y Hunt a la Hermandad Prerrafaelita aunque diversos viajes a Italia para estudiar a los pintores renacentistas con John Ruskin y otros amantes del arte dejaron en su estilo una particular impronta, sobre todo en lienzos como El espejo de Venus o La escalera de oro.
En cualquier caso la producción de Burne-Jones fue realmente de muy amplio espectro ya que sus diversos intereses artísticos le hicieron investigar más allá de la pintura y abordó las diversas posibilidades que ofrecía el mundo artesanal, creando obras en terrenos muy diferentes: alfombras, tapices, azulejos, papeles pintados, muebles, diseños de vestuario, etc.
Destacó su labor como vidriero con obras de gran calidad como las realizadas para el colegio San Andrés en Bradfield y otras que realizó posteriormente con sus gran amigo William Morris.
Exposiciones muy exitosas, dentro y fuera de su país (participó en la Exposición de París de 1889), le consagraron en los círculos oficiales, siendo elegido en 1890 como miembro de la Royal Academy y recibiendo poco despues el título nobiliario de Barón.
Para algunos expertos las obras de Burne-Jones fueron claras precursoras del modernismo.
Aunque su estilo quedó eclipsado durante algunas décadas por el impacto de las vanguardias y el derrumbe de una manera de entender la estética, fue reivindicado y re-descubierto en la década de los setenta del siglo pasado, contando hoy con un más que merecido reconocimiento.
Para algunos expertos las obras de Burne-Jones fueron claras precursoras del modernismo.
Aunque su estilo quedó eclipsado durante algunas décadas por el impacto de las vanguardias y el derrumbe de una manera de entender la estética, fue reivindicado y re-descubierto en la década de los setenta del siglo pasado, contando hoy con un más que merecido reconocimiento.
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¡Bellos colores! Algunas miradas transmiten paz.
ResponderEliminarSi. Fue uno de los prerrafaelitas más exitosos y no sin motivos. Muchos de sus cuadros logran transmitir esa paz que mencionas y lo hacen con un excelente equilibrio de colores, encuadres y temáticas.
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