Frédéric Bazille fue un pintor francés al que se suele vincular con el impresionismo, aunque su corta vida le impidió ver el punto de apogeo de dicho movimiento pictórico.
De familia burguesa y protestante (hugonote), Bazille estudió la carrera de medicina en Montpellier. Poco antes de terminar su formación se marcho a París para ultimar su doctorado y allí, en vez de convertirse en médico, decidió dejarlo todo por la pintura hasta que, llamado a filas con motivo de la guerra franco-prusiana, perdió su vida en La Rolande con tan solo veintinueve años.
Estudio en el afamado taller de Gleyre y conoció a Renoir, Sisley y Monet de quienes se hizo amigo y con quienes compartía admiración por E. Manet.
Aunque tiene obras con bodegones y paisajes su interés principal giró en torna a la figura humana, casi siempre al aire libre e integrada de una forma u otra en el paisaje.
El estilo de Bazille, de pinceladas muy amplias, se aleja un tanto de sus colegas impresionistas por su particular tratamiento de la forma y de los volúmenes.
Lamentablemente la guerra acabo con él y nos privó de poder disfrutar de su madurez artística.
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